Asegurar la rentabilidad de una clínica dental es primordial para lograr que el negocio funcione en cada ejercicio económico.

En nuestro blog ya hemos hablado en diversas ocasiones sobre la importancia de disponer de una gestión óptima de todos los aspectos para poder alcanzar los objetivos y metas.

Dada la situación actual de incertidumbre, una de las preguntas más habituales que nos están haciendo durante los últimos meses es referente a los precios de los tratamientos dentales.

Y es que, el panorama económico actual ha provocado una subida generalizada de los precios, lo que hace que sea lógico replantearse los precios de un negocio como es una clínica dental.

Sin embargo, a la hora de responder esta pregunta, siempre decimos lo mismo: para poder tomar esta decisión se debe disponer de un control financiero pormenorizado.

Solo a través de él se puede realizar un análisis y una valoración que nos permita la toma de decisiones.

¿Qué es la inflación?

Para comprender cómo las fluctuaciones económicas pueden afectar la rentabilidad de una clínica dental es importante tener claros algunos conceptos.

Uno de ellos sería la “inflación”.

En economía, la inflación constituye el indicador de cómo evolucionan los precios en un periodo de tiempo determinado.

Por ejemplo, si la inflación sube, los bienes y servicios se encarecen, lo que provoca que se incremente el gasto.

Es por esta razón que, si en el panorama actual que estamos viviendo, la inflación sigue aumentando mes a mes, resulta esencial disponer de un control muy exhaustivo de los gastos de la clínica dental.

Rentabilidad de una clínica dental: ¿cómo controlar los gastos?

Para determinar la rentabilidad de una clínica dental, el primer paso a seguir consiste en identificar los tipos de gasto que se producen en las instalaciones.

Para ello, separaremos dichos gastos en dos grupos: fijos y variables.

Gastos fijos

Los gastos fijos son todos aquellos que se producen de forma recurrente en un negocio. Estos se les debe hacer frente a lo largo del año, independientemente de que la clínica dental produzca o no lo haga.

Algunos ejemplos de gastos fijos serían:

  • Alquileres
  • Agua, luz, teléfono…
  • Gasto de personal
  • Colegiación
  • Sociedad Española de Odontología

Gastos variables

Por otra parte, los gastos variables son todos aquellos que se generan en base a la producción de la clínica. Por lo tanto, si la clínica no produce, el gasto es cero. Algunos ejemplos de gastos variables serían:

  • Depósitos dentales
  • Implantes
  • Reparaciones
  • Proveedores de ortodoncia
  • Protésico

Una vez tenemos identificados cuáles son los gastos fijos y variables, estamos en disposición de averiguar el coste de hora/sillón para poder tener una imagen más clara de cuál es la rentabilidad de los tratamientos de una clínica dental.

¿Para qué sirve conocer el coste hora de sillón?

¿Para qué sirve conocer el coste hora de sillón?

Con el objetivo de disponer de un control exhaustivo sobre la rentabilidad de una clínica dental, resulta esencial revisar y controlar el coste hora de sillón (CHS) mes a mes, y año tras año.

Este indicador es una variable muy importante sobre la rentabilidad de los tratamientos, y determinará si es el momento de revisar los precios. Piensa que, a mayor CHS, menor rentabilidad tendrá el tratamiento.

“No caigas en el error de poner los mismos precios que tu amigo odontólogo sin tener claro si el coste hora de sillón es parecido.”

La fórmula para saber cuál es el CHS sería:

Gastos fijos / (nº de boxes x media de horas de apertura x media días semanal) x 4 semanas que conforman un mes.

Una vez ya conocemos el coste de la hora de sillón, estamos en disposición de conocer cuál es la rentabilidad de los tratamientos teniendo en cuenta:

  • El tiempo invertido para realizar el tratamiento.
  • El material necesario.
  • El porcentaje de colaboración.
  • El porcentaje de reparto del gasto con el colaborador.

¿Cuál es la rentabilidad ideal para los tratamientos?

Para poder diseñar una política de precios acertada, se deben tener en cuenta diferentes aspectos clave.

Algunos de ellos serían el target de paciente (a qué tipo de pacientes queremos dirigirnos), el product mix (los atributos que conforman los servicios que ofreces), el objetivo de rentabilidad, etc.

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